Hola!
Cómo estás hoy?
Estás implementado nuevas acciones? Realizando algún cambio en tu vida? Espero que sí! Y me encantaría que me cuentes de alguno!
Hoy quiero contarte un viejo cuento sufi:
Hace mucho tiempo, en un pueblo de las montañas, vivía un hombre anciano con su único hijo. Tenía un pequeño y humilde terreno con un solo caballo. Un día, el caballo escapó hacia las montañas.
Los vecinos se acercaron a su terreno y llenos de compasión le dijeron “¡Es terrible! Tu único caballo se escapó, ahora no podrás trabajar tu tierra.”
El sabio anciano, tranquilo, encogió sus hombros y dijo “¿qué es bueno?, ¿qué es malo?, ¿quién sabe?”. Los vecinos se miraron extrañados y se marcharon pensando que el anciano no se daba cuenta de lo ocurrido.
A la siguiente semana, el caballo regresó al terreno del anciano acompañado de otros 12 hermosos caballos salvajes. En cuanto se enteraron los vecinos, volvieron emocionados a la tierra del anciano para felicitarle por su buena fortuna: “¡Es estupendo, ahora tienes muchas posesiones y podrás trabajar mejor tu tierra!”.
A lo que el anciano contestó “¿qué es bueno?, ¿qué es malo?, ¿quién sabe?”. Los vecinos, cada vez más sorprendidos, no entendían cómo el anciano no se alegraba por sus nuevas posesiones y se marcharon.
A los pocos días, mientras el hijo del anciano trataba de domar a uno de los caballos salvajes, se cayó y se rompió ambas piernas. Una vez más, los vecinos se acercaron llenos de lástima por lo que le sucedió al hijo del sabio y le dijeron “¡Es una tragedia, tu único hijo no podrá ayudarte a trabajar la tierra!”.
Como siempre, el sabio anciano respondió: “¿qué es bueno?, ¿qué es malo?, ¿quién sabe?”. Los vecinos se marcharon sin comprender al anciano y empezaron a pensar que estaba loco, que no se daba cuenta de lo que le pasaba.
A las pocas semanas, llegaron unos jinetes del ejército buscando a los hombres jóvenes para reclutarlos y luchar en la guerra. De ese modo, se marcharon todos los jóvenes del pueblo excepto el hijo del anciano, que seguía recuperándose. Tras la guerra, todos los jóvenes que reclutaron habían muerto y el hijo del anciano estaba vivo y ya recuperado
¿Qué reflexión te surge al leer esta historia?
Lo primero que se me ocurre es que lo vecinos son unos pesados, no?? Qué les importa!
Pero, volviendo a lo que nos compete, me parece importante comenzar a reconocer cuándo definimos que algo es "malo" o "bueno" en nuestra vida.
A veces, decimos que tenemos un día malo, simplemente porque algo no salió como esperábamos, pero quizá nos dio la oportunidad de aprender algo nuevo, o considerar alguna otra opción.
¿Te das cuenta de qué rápido juzgamos las cosas?'
Quizá a la mañana fuiste a lavarte los dientes y encontraste el baño desordenado, eso ya lo juzgas como malo y dejas que tu día se convierta en una pesadilla. Ves el poder que le das a pequeñas cosas?
Te propongo que observes de manera consciente lo que está sucediendo en tu vida, y reconozcas cuán rápidamente calificas cada situación como buena o mala.
Si vas llevando un registro, probablemente veas que las cosas malas superan la cantidad de cosas que calificas como buenas.
Te dejo esto para que reflexiones y observes, y la próxima semana seguimos profundizando en el tema.
Con cariño,
Ro
Tu coach de resultados
PD: Una frase power para esta semana:
"Si haces lo que siempre has hecho, llegarás donde siempre has llegado". Tony Robbins
PD2: no te olvides de compartirme tus avances! Me encanta tener noticias tuyas!
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