Llegué con bloqueo, agotada, sin foco y llena de ideas sueltas. Rosario me ayudó a organizar mi vida, emociones y carrera, a recuperar mi poder y confiar en mí. Hoy estoy pintando en Brasil, conectada con mi propósito, negociando, decidiendo y disfrutando. Me reencontré. Recomiendo este proceso a cualquier mujer que necesite volver a sí misma.

Me sentía estancada y cerrada. En poco tiempo reabrí mi local, contraté personal y cambié la mirada: del “¿podré?” al “¿cómo lo logro?”. El proceso fue desafiante y liberador. Hoy tengo objetivos, gestión emocional y una nueva manera de mirar mi emprendimiento… y mi vida. Gracias, Ro, por ayudarme a pensar en grande.

Antes me sentía trabada y sin dirección. Gracias a las sesiones, gané confianza, claridad y herramientas para ordenar y avanzar. Hoy me animo a mostrarme, organizo mi negocio y me conecto con mis valores. Trabajar con Rosario fue un antes y un después, no solo en lo laboral, sino también en lo personal. ¡Gracias por tanto!

Me frustraba fácilmente y no confiaba en mí ni en lo que vendía. Rosario me enseñó a planificar, priorizar y sostenerme. Hoy me siento fuerte, enfocada, decidida. Mi autoestima cambió. Ya no abandono ante un problema: lo analizo, actúo y sigo. Aprendí a ordenar mis metas y confiar en mi capacidad como emprendedora.

Estaba perdida, sin claridad. Rosario me ayudó a identificar fortalezas, superar desafíos y tomar decisiones más conscientes. Hoy tengo foco, confianza y dirección en mi negocio. Su acompañamiento fue clave, tanto profesional como emocionalmente. Estuvo ahí en un momento muy difícil. Le estaré siempre agradecida.

Antes no sabía cómo organizarme ni a quién quería hablarle. Rosario me ayudó a descubrir mi voz, mi enfoque y a mostrarme sin miedo. Hoy tengo claridad, me animo a visibilizarme y sé hacia dónde quiero ir con mi emprendimiento. Las sesiones son mágicas, llenas de herramientas que siguen resonando después de cada encuentro.