Hola!
La semana pasada te conté de creencias y modelos mentales que podían estar impidiéndote avanzar en algunos aspectos de tu vida. ¿Lo recordas? (Si no lo leíste, podes verlo aquí: https://preview.mlsend2.com/v2a5l3a5j9) ¿Descubriste algo nuevo? ¿Algo que estuviera ahí, pero simplemente no lo estabas viendo?
Hoy vamos a seguir hablando de los modelos mentales. El primer paso, y muchas veces el más difícil, es identificarlos. Si ya lo hiciste, felicitaciones!! Si no, te invito a que repases el mail anterior.
Hoy daremos un paso más y vamos a ver cómo cambiarlos.
Pero antes, la pregunta del millón: ¿por qué es tan importante cambiarlos? Porque es la manera más simple de crear una nueva realidad para cada área de tu vida.
¿Y cómo cambiamos modelos mentales? Reinterpretando las situaciones que se nos presentan en la vida! Es simple! Pero no fácil… lo sé…
Te pido que me sigas en la siguiente situación, para que entiendas de qué te estoy hablando:
Estás manejando. Es lunes por la mañana, dejaste los chicos en el colegio y vas camino a una reunión importante. Tenes que hacer una presentación a un cliente, y varias personas de tu equipo, incluido tu jefe, van a participar. El éxito de esta reunión es crítico para lograr un avance en tu carrera profesional. Estás bien de tiempo, pero hay bastante tráfico.
El embotellamiento ya no te deja avanzar. Te empezas a poner nerviosa. Hace mucho calor y el aire acondicionado no funciona. Te enojas con vos misma porque no lo llevaste al taller. Se te están arruinando el maquillaje y el peinado. De golpe, un auto aparece, te encierra y te adelanta. ¿Qué sentís hacia ese conductor? ¿Cuál es tu reacción?
Ahora te cuento la otra parte de la historia: La persona que te adelantó está tratando de llegar al hospital. Lo llamaron diciendo que su hijo tuvo un accidente y está desesperado, tratando de llegar para saber qué le pasó y cómo está. ¿Qué te pasó cuando te cuento esta circunstancia? ¿Bajó tu nivel de ira? Seguramente se convirtió en compasión por esta persona. ¿Cómo te sentís ahora, viéndote en el mismo embotellamiento, pero sabiendo que tus hijos estén bien?
En general no sabemos si quien nos corta el paso es un desconsiderado o un padre angustiado.
Y aquí está el nudo de la cuestión: podemos elegir que esto no nos importe!! Tenemos la opción de determinar qué dominio emocional queremos ocupar: ¿vamos a dejarnos llevar por el afuera, pensando que no tenemos más opción? ¿O vamos a elegir cómo sentirnos?
Cuando te conté tu situación en el embotellamiento, quizá pensaste que no tenías opción para sentirte de otra manera. Pero luego te diste cuenta que sí, que podías ver las cosas desde otro punto de vista.
Este ejemplo te muestra que podemos observar el lugar emocional que ocupamos y la forma en que experimentamos la vida y elegir cambiarlo. Y la razón por la que la mayoría de las personas se quedan enganchadas con la rabia hacia el conductor tiene que ver con sus modelos mentales, que determinan sus estados emocionales. Y todo esto tiene un efecto dominó en las personas a nuestro alrededor.
Es muy poderoso darte cuenta de que podes elegir el dominio emocional en el que te encuentras y que tomas esta decisión decenas de veces por día.
Te dejo un ejercicio que te mostrará el poder de utilizar este concepto en tu vida diaria:
- Elije una situación que esté absorbiendo tu energía emocional, algo que te preocupe. Puede ser personal o profesional.
- Describe la situación. (Seguramente sientas que estás escribiendo la realidad, pero no… sólo estás escribiendo tu interpretación de la realidad)
- Ahora piensa en una nueva interpretación de la realidad. Esta nueva interpretación debe tener dos parámetros importantes:
- Debe ser mejor que la que estás viviendo actualmente
- Debe ser algo que puedas creer
- Empieza a vivir como si esta "realidad alternativa" fuera "la" realidad.
- Estate atenta a encontrar pruebas de que sí está funcionando. Alégrate y anótalo. Esto es lo más importante, ya que podrás releer tus notas y con el tiempo iras viendo todas las pruebas de que tu realidad alternativa está funcionando. Veras cómo estas construyendo una realidad mucho más feliz de la que tienes hoy.
Te doy un ejemplo, que puede ayudarte a entender el concepto:
Clara era supervisora en un local. Consideraba que a las 4 personas de su equipo no les importaba nada, que ella tenía que estar atrás de todo, que buscaban excusas para no trabajar, que nadie estaba comprometido, etc. En resumen, que ella era la única que trabajaba bien.
Mientras hablábamos y me contaba la situación, decía cosas como: "La inútil de siempre se equivocó, y cobró mal a un cliente. Por lo que me tuve que encargar de hacer la nota de crédito". "El vago de seguridad llegó tarde. Igual, ya ni me hago la ilusión de que llegue antes del horario de apertura del local" . "La tonta del depósito no supervisó la mercadería que entregó el proveedor. Resultado: faltan productos!"
Yo escuchaba atentamente todo su relato y, cuando paró para tomar aire y seguir criticando a su equipo, le dije: "Alguna vez pensaste que quizá sos vos el problema del equipo?" Me miró con los ojos abiertos, incrédula de escuchar lo que acababa de decirle.
"Si, pensaste que si los escucharas y, en lugar de etiquetarlos, intentaras entenderlos, algo podría cambiar? ¿Qué tal si, en lugar de considerar que alguien es inútil, vago o tonto no te pones en su lugar y los ayudas para que no vuelva a pasar? ¿qué herramientas podrías darles para que mejoren?
Clara, bastante escéptica tomó nota, y al día siguiente fue al local pensando que cada uno quería dar lo mejor de sí, pero que a veces tenían inconvenientes que no sabían manejar y eso repercutía en sus resultados. Cambiando esta manera de verlos, pudo ayudarlos a resolver los problemas que se fueron presentando. Y, de a poco, el equipo fue cambiando, se fueron uniendo, se sintieron más libres de expresar sus problemas y pedir ayuda. Con sólo cambiar la historia que Clara se contaba de sus colaboradores, pudo cambiar su relación con ellos y los resultados del grupo. No fue mágico, ni inmediato. Requirió del trabajo y compromiso de todos. Pero al final, lo logró!
Espero que esta historia te haya inspirado, y que comiences a hacer este ejercicio cuanto antes.
Espero ansiosa que me cuentes tus avances!
Con cariño,
Ro
Tu coach de resultados
PD: Te dejo una frase para que tengas a mano esta semana: “Hay una gran mentira: que somos limitados. Los únicos límites que tenemos son los límites que creemos”. Wayne Dyer.
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